viernes, 22 de julio de 2011

Los medios operan a favor de la muerte, a favor del aborto

El nuevo temor de los cristianos es el peligrosísimo avance del aborto en la agenda polìtica de nuestro país. Observamos desde hace varios años que se puso en marcha una maquinaria mediática muy fuerte que tiene como objetivo legalizar el asesinato de un bebé indefenso.
El argumento fascista de los grupos abortistas no es demasiado distinto del que usan y usaron movimientos violentos. Por empezar, los abortistas emplean ya la vieja táctica de la justificación de la violencia. Todos los genocidios que se han producido en el mundo tienen una gigantesca maquinaria semiótica que trata de justificar este hecho. La violencia es contraria a la dimensión social del hombre y en tanto el ser humano presencia un acto violento como espectador le resulta repulsivo. Es por ello que en los genocidios se busca justificar el acto violento recurriendo a todo tipo de argumentos. Los nazis y los turcos culparon a judíos y armenios por problemas recurriendo a todo tipo de teorías conspirativas, algunas de las cuales rayan lo absurdo. En las guerras, se les suele decir a los soldados que el enemigo hace actos de crueldad con el objetivo de infundirle odio. Argumentos que intentan justificar un acto violento.
Lo mismo pasa con el aborto. Para los abortistas, el bebé simplemente no es persona. Lo llaman "feto" o "embrión: lo despersonalizan, le quitan la dimensión humana, lo cosifican. Además culpabilizan a la criatura de los males de los padres -en especial de la madre-. La carrera universitaria, enfermedades, violencia de género, problemas económicos: es culpa del bebé. Como los judíos: eran los culpables de la situación en la República de Weimar previa al nazismo.
En segundo lugar, se intenta poner el derecho de la mujer por encima del bebé, que ahora está reducido a un no-ser. En el marco del surgimiento de los derechos civiles, movimiento de la década de los sesenta, que se enmarcan dentro de la lógica del liberalismo: la defensa del individuo frente al Estado visto como opresor. Los grupos abortistas justifican el aborto como un derecho sobre el propio cuerpo, y en definitiva, como una afirmación de la autodeterminación del sujeto sobre sí mismo. Sin embargo, este argumento es falso y falaz.
¿Por qué es falso? Porque desde la concepción hay vida y porque desde ese momento hay un ser distinto de padre y madre. Este ser tiene un derecho que es más sagrado que cualquier otro: el derecho a la vida. Ya lo consagra la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Todos los derechos derivan de ese derecho a la vida. Pero como el argumento abortista es cosificar al bebé, éste carece de derecho o estos están subordinados. Y es un argumento falaz, porque no se tergiversa el derecho a vivir y lo pone por debajo del disponer del cuerpo.

En tercer lugar, el aborto se enmarca en un peligroso clima de época. La Posmodernidad imporne criterios de hedonismo y consumo. Hoy hay abortos de hecho para mujeres ricas o de clase media, mientras que las pobres sufren de por vida las consecuencias del aborto o la misma muerte. Sin embargo, la mayor parte de los casos de aborto son por embarazos no deseados, preservar la figura o no tener las responsabilidades de ser padre.
A todo esto hay que agregarle la parafernalia mediática montada con el fin de legitimar el aborto. Desde hace varios años, no hay diferencia entre los medios de comunicación masivos. Formados en criterios como la rebeldía, el anticlericalismo, el feminismo, el liberalismo y el neomarxismo, los comunicadores alientan al aborto de formas muy sutiles y muchas veces, de forma tosca y visible.
. Mirá este video:

Fijate como Canal 7 construyó el informe:
¿Cuántas voces a favor del aborto?   3  (Diana Conti  - Luz Mejia - Cecilia Merchán)
¿Voces en contra? 1 (Cynthia Hotton )

 Este informe viola criterios periodísticos de balance a la hora de mostrar voces, y más, si se toma en cuenta que es el canal que financiamos entre todos.
Otra de las formas en que se contruyen los relatos pro abortos es para desviar la atención ante temas muy controversiales como ocurrió con el caso Skanska. A esto hay que agregar que muchas veces se busca mostrarnos a los cristianos como fanáticos y los medios estereotipan al movimiento pro-vida como algo propio de la Iglesia Católica, sugiriendo que es Estado contra una Iglesia, cuando en realidad, la discusión no sólo es dogmática sino también de derechos, y sobretodo, de salud pública.
La Iglesia de Jesucristo debe tener muy bien en claro que desde la concepción hay vida no dejarse engañar con estos discursos sutiles que apuntan a destruir a los niños. No dejemos converncernos con meras sutilezas e ideologías humanas. Muchos nos lo agradecerán en el futuro. A no bajar los brazos, Iglesia. Jugate por los más débiles.

David Luchini

1 comentario:

  1. Bien escrita y expone los puntos a tener en cuenta en este tema controvertido. Yo apoyo la vida, No al aborto !

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